La grabación de nuestro último trabajo ya está concluida, justo a tiempo para presentarla el próximo sábado, 29 de octubre en el Teatro Guiniguada.
Una vez más, el proceso de grabación, desde la planificación hasta que lo hemos tenido en nuestras manos ha sido, de diferentes maneras, una experiencia sencillamente mágica.
Por una parte y como es nuestra costumbre, elegimos grabar nuestro trabajo musical en un templo de piedra, en una cueva, en un entorno incluido en las rutas de lo sagrado, que fue lugar de culto de los antiguos canarios. Con ello, al encontrarnos trabajando en un lugar en el que se unen el Cielo y la Tierra, el proceso de grabación adquiere también una connotación de ritual y el aire que se respira entre quienes participamos se vuelve espiritual. Y es que, si ya de por sí esos lugares, con tan solo pisarlos y quedarse en silencio, hacen sentir a las personas una conexión poderosísima, el dejar que su vibración y su legado ancestral sea parte de nuestro trabajo es una experiencia muy, muy conmovedora.
El hecho de grabar nuestra obra en lugares como estos implica también que incluímos los sonidos de los elementos y de la naturaleza. Para nosotros, estos sonidos son parte de nuestra música, puesto que representan la grandeza de aquello que nos une a todos, el poder de los elementos. Por ello, no sólo dejamos que “se cuelen”, sino que les invitamos a tener un papel protagonista, ha convertirse en uno de los recursos que nos permiten que quien nos oye viaje con nosotros.
Por último, hay algo, o mejor dicho “alguien” que sirve de nexo entre esa majestuosidad del exterior y ese deseo nuestro, de los miembros de La Voz de Tara, de contar la verdadera historia de nuestros ancestros a través de nuestras voces. Se trata de Miguel Guti, nuestro ingeniero de sonido, un canario que ha trabajado por medio mundo y que ha regresado a las islas lleno de sabiduría. Conocerle ha sido un privilegio y una fortuna, puesto que ha generado en nuestro trabajo una evolución que, sin él, no hubiera sido posible. Por una parte, ha aportado su experiencia trabajando en los mencionados entornos y su capacidad de captar aquellos sonidos que tan importantes son para nosotros. Por otro lado, porque gracias a él, a su paciencia, a sus enseñanzas, a su forma tan auténtica de escucharnos y entendernos, nos ha sido posible sentirnos seguros y orgullosos de nuestra identidad sonora y dejarnos llevar por nuestra intuición.
La unión de estos tres factores, el grabar en un lugar de culto, el invitar a los sonidos de la Naturaleza a participar y el contar con un profesional único, hacen de Wen-TĀQQA un trabajo lleno de magia… ¡deseamos que disfrutes escuchándolo tanto como nosotros hemos gozado al crearlo!
Y si quieres tener la experiencia de nuestros sonidos en directo, recuerda que el 29 de octubre te esperamos a las 20:30 horas en el Teatro Guiniguada!
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